Autores: Marlon Martínes Gutierrez y Pablo Alejandro Suárez Marrero.
Índice: Página
Introducción
- Panorama del Período Helenístico
- La escultura helenística. Sus antecedentes y características
2.1. ¿Qué es la escultura?
2.2. Antecedentes escultóricos de la Estatuaria Helenística. Períodos Arcaico y Clásico
2.3. Caracterización de la Escultura Helenística. Las diferentes escuelas y sus obras más significativas
2.3.1. Escuela de Pérgamo
2.3.1. A “Altar de Zeus”
2.3.1. B “Los Gálatas”
2.3.1. C “Marsyas y el Escita”
2.3.2. Escuela de Rodas
2.3.2. A “Coloso de Rodas”
2.3.2. B “Laocoonte y sus hijos”
2.3.2. C “La Victoria de Samotracia”
2.3.3. Escuela de Alejandría
2.3.3. A "El Toro Farnesio”
2.3.4. Otras esculturas helenísticas
2.3.4. A “Venus de Milo”
2.3.4. B “El Espinario”
2.3.4. C “Sátiro danzante”
- El Museo Nacional de Bellas Artes: su historia. La escultura helenística como fondo patrimonial del Museo y su labor de la conservación
3.1. Breve historia del Museo Nacional de Bellas Artes y su primera colección de arte helenístico
3.2. Las Salas de Arte Griego del Museo Nacional de Bellas Artes: sus esculturas helenísticas
3.2.1. Esculturas helenísticas de gran formato
3.2.1. A “Cabeza de Alejandro Magno”
3.2.1. B “Torso del Sátiro”
3.2.1. C “Torso de Afrodita”
3.2.1. D “Torso de Hombre”
3.2.1. E “Fauno Danzante”
3.2.2. Esculturas helenísticas de pequeño formato
3.2.2. A “Figuras de Tanagra”
3.2.2. B “Relieves Tarantinos”
3.2.2. C “Bronces Helenísticos”
3.3. La conservación y restauración en el Museo Nacional de Bellas Artes
3.3.1. Breve Historia de la conservación y la restauración
3.3.2. Estado de preservación de las esculturas helenísticas del Museo Nacional de Bellas Artes
4. Conclusiones
5. Notas
6. Bibliografía
Introducción:
En este trabajo se muestra la permanencia de la escultura helenística en los fondos patrimoniales del Museo Nacional de Bellas Artes y su estado de conservación. En un primer capitulo analizaremos el Período Helenístico desde el punto de vista político, económico, social y cultural identificando los antecedentes que propiciaron la aparición del mismo. En el segundo capitulo afrontaremos la labor escultórica en la etapa helenística reseñando sus principales características, sus máximos exponentes, las obras “modelo” y las Escuelas. Mientras que el tercer capitulo hablaremos sobre el Museo Nacional de Bellas Artes, así como ejemplificaremos las características de las esculturas helenísticas con el patrimonio escultórico del Museo, exponiendo algunos datos contemporáneos de interés (como fecha de datación y rasgos principales de las obras). Posteriormente se realizará una exposición sobre la labor de conservación y restauración que lleva a cabo el Museo Nacional de Bellas Artes para la preservación de su patrimonio en general y en particular de las esculturas helenísticas. En los mencionados límites seguiremos los métodos de describir, analizar, caracterizar, ejemplificar, diagnosticar y argumentar.
1. Panorama del Período Helenístico.
Al decir de historiadores como Miguel Ángel Elvira (1), el Período Helenístico (siglos
IV – I a.n.e.), tuvo su inicio con la prematura muerte a los 33 años, de Alejandro Magno en el año 323 a .n.e.
Pero como todo hecho histórico es consecuencia de otro que le antecedió, entonces es bueno destacar que terminada la Guerra del Peloponeso (431-404 a .n.e.) Atenas y Esparta se encontraban debilitadas económica y políticamente por los 27 años de larga lucha entre ellas, propiciando que surgiera Macedonia como ciudad estado dominante dentro de las polis griegas. Este hecho se va a solidificar cuando en el 359 a .n.e. accede Filipo II (padre de Alejandro Magno) al poder de Macedonia. En el 337 a .n.e. Filipo crea la Liga Panhelénica con el primordial objetivo de resolver los problemas internos de los helénicos, apoyado en una amplia campaña de desarme de las polis griegas y de negativa de la lucha entre ellas. Los helenos declararon su unión bajo la soberanía de Macedonia y a Filipo II como su rey. Al siguiente año (336 a .n.e.) Filipo II muere apuñalado en situación no esclarecida, accediendo al poder Alejandro III (el Magno). Alejandro impulsó una fuerte campaña de colonización hacia aquellos estados griegos que estaban en poder de los persas, pero no se conformó con lograr una autosuficiencia en la economía, sino que logró crear uno de los más grandes imperios griegos de la historia que gracias a sus conquistas abarcaba toda Grecia, Siria, Egipto, Mesopotamia y Persia.
Después de la muerte de Alejandro Magno el imperio veía frustrado políticamente cualquier intento de unidad por parte de sus oficiales, estos (entre los que se destacan Pérdicas, Casandro, Lisímaco, Ptolomeo, Antígomo y Seleuco), propiciaron que en el año 281 a .n.e. se disolviera repartiéndose los territorios entre los vencedores. “El mundo helenístico pasó a ser dominado por tres principales dinastías: los Ptolomeos en Egipto, los Seléucidas en Asia Occidental y los Antígonas en Macedonia” (2).
Junto con estas grandes monarquías coexistieron otros reinos pequeños que jugaron papeles importantes como el reino de Pérgamo, el del Epiro, el del Ponto, el de Bitinia y el de Siracusa; así como confederaciones de ciudades que se opusieron a los intereses de los reinos mayores como la Liga Aquea y la Liga Etolia.
“Estas monarquías no tenían reglas de sucesión precisas...ni leyes fundamentales que determinaran los poderes del soberano por lo que el propio rey determinaba el alcance de su poder” (3); los gobiernos se fueron amoldando a las diferentes culturas y regiones para justificar su dominación sobre estos (en Egipto pasaron a ser faraones) consolidando su poderío.
Se empezaron a erigir guarniciones y ciudades que controlasen mejor las divisiones administrativas de los reinos; que contaban con autonomía jurídico-financiera y eran gobernadas por un epistates (gobernador) nombrado por el rey. Los reyes helenísticos participaron, con su fortuna, en el embellecimiento y engrandecimiento de muchas de estas ciudades, siendo los grandes mecenas de este Período. En este momento las grandes ciudades pasan a ser los centros culturales y científicos de sus estados. Se destacaron en los territorios seléucidos las ciudades de Antioquía, Apamea, Seleucia del Tigres y Babilonia; entre las ciudades ptolomeas reaparece Alejandría (fundada por Alejandro Magno) como Capital del Estado y en territorio de los atálidas se destaca la ciudad de Pérgamo con un Museo de Escultura donde se dice que nació la Crítica de Arte.
En estas ciudades los edificios públicos fueron construidos con marcadas innovaciones pero siempre respetando el modelo griego. Lugar importante en las ciudades pasó a ocupar el edificio donde se concentraban los mercaderes y comerciantes
Los Pórticos se multiplicaron porque daban sensación de magnitud y grandeza haciendo que las ciudades fueran más bellas y armoniosas. Igualmente crecieron el número de Teatros y se difundió de forma generalizada el Gimnasio.
“La religión alcanzó carácter sincrético…” (4) porque pasó a ser una especie de amalgama entre los cultos politeístas griegos, los dioses locales de los estados de Asia y las deidades del Antiguo Oriente.
Fue en este Período que la filosofía dejó de ser una ciencia que abarcaba todos los saberes, pasando a ser solamente la Ciencia del Pensamiento; dando paso al surgimiento de varias sectas y escuelas filosóficas entre las que se pueden mencionar: los Cínicos, los Cirenaicos, los Epicúreos, los Escépticos, los Estoicos y los Megáricos; se consolidaron otras ya existentes como la Escuela de Platón y la Academia.
La especialización de la filosofía en un solo campo propició un gran avance en las ya materialización de Tratados y demás escritos de sabios como Euclides, Apolonio, Eratóstenes y Arquímedes.
Nace la filología, hasta el momento estrechamente ligada a la filosofía, dedicándose muchos bibliotecarios y hombres de letras a dar forma a las obras literarias, a la gramática, las palabras, la crítica literaria y la clasificación de los libros escritos hasta ese momento en la lengua koiné (“comúnmente”, durante el Período Helenístico pasó a ser la lengua de la corte, la literatura y el comercio).
Es en esta efervescencia cultural de las ciudades donde se van a cristalizar los cánones de belleza y moral de la época, las directrices a seguir en el mundo del arte y se consolidan las cuatro grandes escuelas escultóricas helenísticas.
2. La escultura helenística: sus antecedentes y características.
2.1. ¿Qué es escultura?
La escultura es el arte de modelar, tallar o esculpir figuras en tres dimensiones (ancho, largo y profundidad) en diversos materiales. La escultura se clasifica en Bulto (representación total o parcial) o en Relieve (altorrelieve, mediorrelieve o bajorrelieve).
La escultura en la Grecia Antigua “…no nació para exaltar a un monarca divinizado, como se realizaba en el Antiguo Egipto, sino para afirmar y enaltecer el poder del hombre libre…” (5). La estatuaria griega tuvo diferentes etapas de evolución muy unidas a las transformaciones socio-políticas que se sucedían en la época: Etapa Arcaica, Etapa Clásica y Etapa Helenística.
2.2. Antecedentes escultóricos de la Estatuaria Helenística. Períodos Arcaico y Clásico.
La escultura arcaica (siglo VII y VI a.n.e.), influenciada por la egipcia, se caracterizaba por un primitivo desarrollo ya que sus exponentes eran frenados por las dificultades que le planteaban la técnica. Sus artistas, en un principio, no poseían profundos conocimientos de anatomía haciendo que sus esculturas fueran un poco angulosas y no muy expresivas. Todos los volúmenes del cuerpo humano estaban reducidos a los planos laterales y frontales como se evidencia en los kúroi (estatuas masculinas que expresaban el concepto de la belleza tal como la entendían los ciudadanos griegos) y las kórai (estatuas femeninas, principalmente sacerdotisas, que se representaban vestidas con un largo traje). En el Arte Arcaico reinó la llamada Ley Frontal que era el método de creación impuesto a los escultores de esta época. En los primeros días del arcaísmo, se ve aparecer al hombre en una inmovilidad grotesca; mas poco a poco se mueve y gana en inteligencia y expresión.
En el Período Clásico (siglo V a.n.e.) se rompe con toda la rudeza arcaica primando las representaciones idealistas del cuerpo humano y explotando las posibilidades expresivas de una figura en movimiento. En esta etapa se utilizaba la creación de estelas funerarias donde generalmente se representaban escenas de la vida cotidiana. Ejemplo de esto son la “Estela de Aristion” (representa uno de los lanceros áticos que consiguieron abatir el orgullo de los persas) y la “Estela del Hoplita” (soldado de infantería ligera que muere víctima del esfuerzo realizado en la carrera por llevar cuanto antes a Atenas la noticia de la gran victoria de Maratón). “Uno de los mayores logros del arte clásico fue la transmisión de posturas libres y naturales, independientes de los convencionalismos arcaicos. Las representaciones de las figuras humanas en relieve se hacen más voluminosas, los escultores las idean tridimencionalmente” (6). El Clásico es considerado como el “…período de la perfección técnica…” (7), destacándose artistas como Mirón y Policleto que principalmente trabajaban el bronce porque permitía plasmar con detalles la belleza y perfección de las proporciones del cuerpo humano.
2.3. Caracterización de la Escultura Helenística. Las diferentes escuelas y sus obras más significativas.
La escultura helenística se desarrolló, del siglo IV al II a.n.e, en la última etapa de la sociedad esclavista griega. La estatuaria de este período se caracterizaba por el abandono del idealismo clásico para darnos un arte más realista y objetivo grandemente influenciado por el pragmatismo romano. Los escultores helenísticos lograron una mayor acentuación de las formas, presagiando lo que sería el Barroco en el siglo XVII d.n.e, que se deja ver en la manifestación de los sentimientos, mayor movimiento y gran variedad de actitudes llegando a exagerar la expresividad facial, la tensión emocional y un dramatismo apasionado. También se alcanza una diversificación de los temas escultóricos abandonándose cada vez más lo religioso y aumentando las representaciones de niños, ancianos, mujeres y mercenarios.
La escultura helenística no representaba un todo único. Existieron diversas escuelas artísticas independientes en casi todas las ciudades de principales de los reinos, pero por su importancia y trascendencia en la historia de escultura helenística destacaremos la de Pérgamo, Rodas y la celebre Alejandría.
2.3.1. Escuela de Pérgamo.
Pérgamo, capital de un estado helenista del Asia menor, se constituyó como centro cultural importante en el siglo III a.n.e y esto se evidenció con la construcción del “Altar de Zeus”, “Los Gálatas” y “Marsyas y el Escita”.
2.3.1. A “Altar de Zeus”: Este conjunto escultórico se encuentra en el friso corrido de este templo, esta en alto relieve y refleja el tema de la lucha de los dioses contra los gigantes (gigantomaquia). Mide algo más de 100 metros y hay figuras de hasta dos metros de altura. Hay una gran riqueza de actitudes y posturas. Los dioses están agrupados de cierta manera: Atenea y Zeus en oriente, los dioses del día en el lado sur y en el lado norte los relacionados con la noche y la oscuridad.
2.3.1. B “Los Gálatas”: Monumento escultural público dedicado a la victoria de Átalo I sobre los gálatas. Está formado por el Jefe de los gálatas, que está de pie sujetando a su mujer y a su alrededor hay cuatro figuras malheridas tumbadas, todos en una composición piramidal. En este conjunto se aprecia un marcado contraste entre los diferentes personajes y se evidencia una desmedida violencia. Dentro de este monumento escultórico se encuentra lo que los especialistas llaman “Galo Moribundo” como símbolo de la incansable lucha por la vida.
2.3.1. C “Marsyas y el Escita”: Es el primer estudio que se realiza de un cuerpo que está colgado de un árbol, ya que Marsyas se representa en esta postura en espera a ser degollado por el Escita que se encuentra afilando el cuchillo. Ambos, el condenado por Apolo y el verdugo, se relacionan con la mirada formando una diagonal.
2.3.2. Escuela de Rodas.
Rodas, ubicada en el mar Egeo, llegó a ser una de las islas de mayor poderío económico y político gracias a su benéfica situación geográfica. La ciudad se convirtió en un famoso centro cultural en el período helenístico, particularmente en todo lo referente a las artes plásticas. Con respecto a la escultura nos encontramos con las renombradas obras del “Coloso de Rodas”, “Laocoonte y sus hijos” y “La Victoria de Samotracia”.
2.3.2. A “Coloso de Rodas”: Considerado la Sexta Maravilla del Mundo Antiguo, fue realizado por Cares de Lindos en el 280 a .n.e. Se encontraba enclavado a la entrada del puerto de Rodas. La estatua conmemoraba el levantamiento del sitio de la ciudad (305 – 304 a .n.e.) y la victoria de los habitantes de Rodas contra el jefe macedonio Demetrio I Poliorcetes. La construcción de esta majestuosa obra fue una proeza técnica para los escultores de la época. En el año 225 a.n.e. Rodas sufrió un gran terremoto y la estatua fue destruida en gran parte. Durante siglos, los restos quedaron allí y eran tan impresionantes que constituían un atractivo para los viajeros. Algunas fuentes de investigación aseguran que el año 635 una expedición árabe recogió todas estas ruinas y las vendió en los mercados de Siria.
2.3.2. B “Laocoonte y sus hijos”: Es considerada una de las últimas esculturas más importante del arte griego. Esta escultura fue creada por Agesandro, Atenodoro y Polidoro, alrededor del año 40 a .n.e. En este grupo escultórico se representa el trágico final del sacerdote troyano Laocoonte y sus hijos cuando eran estrangulados por unas gigantescas serpientes. "Los escultores muestran esta terrible escena con una virtuosa maestría” (8) revelando los sufrimientos físicos y morales del héroe.
2.3.2. C “La Victoria de Samotracia”: De autor desconocido, data del siglo II a.n.e. En ella se representa una mujer alada que acaba de posarse en la proa de un barco. En esta escultura se hace un riguroso trabajo del cuerpo, de las telas y de las plumas de las alas alcanzando un alto grado de realismo.
2.3.3. Escuela de Alejandría.
El principal aporte de esta escuela es el llamado fondo helenístico o alejandrino, que consistió en la representación del paisaje en la parte inferior de las esculturas. Ejemplo de este aporte es “El Toro Farnesio”.
2.3.3. A "El Toro Farnesio”: También conocido como el “Castigo de Dirce” en certera alegoría a la representación del momento en que los hijos de Antíope, en castigo al maltratado que había expuesto a su madre, deciden amarrar a Dirce a un toro hasta morir. En la antigüedad era un monumento público por lo que cumplía con la norma de la estructura piramidal.
2.3.4. Otras esculturas helenísticas.
Fuera de las tres principales escuelas de escultura del Período Helenístico se encuentran otras obras de gran realce artístico como: la “Venus de Milo”, el “Sátiro danzante” y “El Espinario”.
2.3.4. A “Venus de Milo”: Del siglo II a.n.e. su autor es desconocido. Obra de una gran belleza y grandes movimientos. El escultor logro una sorprendente exquisitez en el tratamiento del mármol evidenciado en el nivel de detalle del cabello. En esta estatua se funden las mejores tradiciones del arte Helenístico.
2.3.4. B “Sátiro danzante”: Sólo se ha conservado esta pieza de un reconocido conjunto escultórico. El sátiro realiza música con los platillos y también con el pie. La música da idea de alegría, que se refleja en su rostro siendo este muy expresivo.
2.3.4. C “El Espinario”: En esta escultura los claroscuros que se producen son muy interesantes. Está en una postura impensable para la época clásica. La mirada está dirigida a un punto de atención, manteniéndose muy concentrado. Tiene puntos de contacto con los cánones arcaicos de creación ejemplificados en la forma de concebir el pelo: demasiado pegado a la cabeza.
El marcado interés de los escultores helenísticos por los temas emocionantes y dramáticos es un indudable testimonio de la influencia que ejercieron sobre la vida espiritual del mundo griego los acontecimientos políticos relacionados con la decadencia de los estados helenistas. Estas obras llegan a nuestros días como evidencia de un pasado inestable en la vida sociopolítica de estos pueblos pero de un brillante legado artístico.
3. El Museo Nacional de Bellas Artes: su historia. La escultura helenística como fondo patrimonial del Museo y su labor de la conservación.
3.1. Breve historia del Museo Nacional de Bellas Artes y su primera colección de arte helenístico.
El Museo Nacional, creado en 1913, tuvo su sede propia desde 1954 al construirse el edificio conocido desde entonces como Palacio de Bellas Artes (actual Edificio de Arte Cubano), que reemplazaba a su vez al viejo edificio del Mercado de Colón (1884). Ciertas deficiencias en su concepción arquitectónica se agudizaron cada vez más por el gran crecimiento de las colecciones, hasta hacerse definitivamente críticas en los años mas recientes. La Presidencia del Consejo de Estado decide (en 1996) iniciar estudios, proyectos y obras encaminadas a la renovación y actualización integral de la institución, ahora conformada por dos edificios dedicados a uso museístico y un tercero a funciones administrativas y logísticas, emplazados en un sector emblemático de la Ciudad de La Habana. Cuenta con departamentos especializados para la correcta preservación y gestión el patrimonio histórico-cultural que atesora la institución, entre los que se destacan: el Departamento de Registro e Inventario, el de Colecciones y Curadurías, el de Restauración y Conservación y el de Museografía.
En 1956 el Palacio de Bellas Artes, recibió entre otros beneficios, el depósito de un vastísimo surtido de antigüedades: la colección de los Condes de Lagunillas, fruto de lo intereses y la paciente labor del Dr. Joaquín Gumá Herrera (La Habana 1909-1980).
Según el Departamento de Colecciones y Curadurías del Museo Nacional de Bellas Artes el Dr. Gumá comenzó a interesarse por las antigüedades en la década del 40’ y se convirtió en coleccionista alrededor de 1945. Desde un inicio estuvo en estrecha relación con personalidades del campo de la arqueología que lo asesoraron en sus numerosas transacciones de compra. Sus primeras adquisiciones fueron en Nueva York, pero rápidamente amplió su área de pesquisaje y estableció contacto con anticuarios de Londres, Paris, Roma y Florencia, además Atenas y Basilea.
Hacia 1946, ya el Dr. Gumá, era miembro del Metropolitan Museum of Art (Museo Metropolitano de Bellas Artes) de Boston lo que le propició la cercanía de reconocidos especialistas, como el afamado arqueólogo John Beazley, y sus opiniones especializadas sobre la materia. De esta manera cada una de sus piezas era estudiada para, posteriormente, certificar su autenticidad; lo que indudablemente le dio prestigio a su colección. Antes de su muerte el Conde de Lagunillas dona su colección al Museo Nacional de Bellas Artes sin dudas pasando a ser la muestra más grande y atractiva de la Sala de Arte de la Antigüedad de la mencionada institución cultural, y una de las colecciones más importantes de América Latina.
3.2. Las Salas de Arte Griego del Museo Nacional de Bellas Artes.
El arte griego ocupa un lugar relevante en la Colección Condes de Lagunillas del Museo Nacional de Bellas Artes, tanto por la calidad y cantidad de sus exponentes como por su estado de conservación, variedad de materiales, estilos, formas y técnicas. Dentro de las Salas de Arte Griego, que son cuatro, son objeto de estudio, en este trabajo, obras de dos de ellas: la Sala 2. Escultura del Período Arcaico, Clásico y Helenístico; y la Sala 3. Helenística.
El mundo helenístico esta representado por esculturas de pequeño y gran formato, además con artes aplicadas de vistosos colores, bronces con dioses del panteón griego y figuras alegóricas, terracotas, elegantes figuras de Tanagra, relieves tarantinos y mármoles alejandrinos. Se destacan de este período el “Torso del Sátiro”, el “Torso de Afrodita” y la “Cabeza de Alejandro Magno”.
3.2.1. Esculturas helenísticas de gran formato.
3.2.1. A “Cabeza de Alejandro Magno”: Esta cabeza debió pertenecer a una escultura de gran talla en el siglo IV a.n.e. Es un logro de los copistas romanos ávidos de reproducir la esfinge de “El Magno”. Esta obra refleja el estilo helenístico mediante los detalles del cabello, muy bien diferenciados del rostro y que lo enmarcan a manera de corona. Tiene la mirada dirigida “…hacia un punto distante y un giro leve de la cabeza en ese mismo sentido hacia su destino divino” (9).
3.2.1. B “Torso del Sátiro”: Copia romana del siglo IV a.n.e. que tiene su antecedente en el trabajo del desnudo masculino de los períodos arcaico y clásico. Este joven sátiro aparece vestido con una piel animal que cae sobre su hombro izquierdo. Sus piernas se entrecruzan supuestamente recostadas a lo que seguramente era su codo izquierdo, en un tronco de árbol cuyos vestigios aún pueden observarse en la parte superior del hombro. Pertenece a un prototipo del Período Helenístico de los que se desplazamiento de la cadera y los ángulos opuestos de los hombros forman una suave curva…” (10)
3.2.1. C “Torso de Afrodita”: Este bello desnudo femenino tallado en mármol fue datado de los siglos III al II a.n.e. Es de pequeño formato y aunque ha perdido la cabeza y parte de los brazos y piernas se le atribuye a una de las numerosas afroditas de Praxisteles cuyos originales desaparecieron pero sus dimensiones han llegado hasta nuestros días por copias romanas. Una clara alusión al origen marino de esta diosa protectora de marineros y navegantes. Esta obra helenística, y sus semejantes, han ejercido una gran influencia en las artes plásticas del mundo occidental ya que Afrodita nos permite mediante su característico gesto púdico revitalizarla como Diosa del Amor y la Belleza.
3.2.1. D “Torso de Hombre”: Del siglo IV a.n.e. este Torso de Hombre tiene un muslo más corto que otro, descubriendo una curva más pronunciada en la cadera derecha. Tiene parte del cuello y se observan dos mechones de cabellos, uno a cada lado del cuello en la parte anterior del torso. Tiene los brazos mutilados. Presenta disímiles piezas cuadrangulares como en el lado izquierda de la cintura, en ambos muslos y otra más arriba de la del muslo derecho. Para un mayor equilibrio de la escultura el muslo izquierdo se apoya en una base cilíndrica de metal.
3.2.1. E “Fauno Danzante”: Hombre joven desnudo, del siglo IV a.n.e., inclinado hacia su lado izquierdo. El muslo izquierdo completo se adelanta al derecho en posición muy común en la estatuaria helenística. Tiene mutilados ambos brazos, las piernas y la cabeza. Los muslos pectorales lucen muy pronunciados y es brusca la transición entre las caderas y extremidades.
3.2.2. Esculturas helenísticas de pequeño formato.
3.2.2. A “Figuras de Tanagra”: Estas figuras de terracota del siglo IV y III a.n.e. toman su nombre del cementerio de la antigua ciudad de Tanagra, en Beocia, donde un gran número de ellas fueron encontradas en excavaciones ilícitas en la década del 70’ del siglo XIX d. n. e. El fondo patrimonial consiste fundamentalmente en mujeres decoradas con vestidos muy elegantes, también encontramos hombres: Eros, Nike, jóvenes sátiros, niños y figuras aladas; bellamente decoradas con colores ocre, rojo, amarillo, azul, verde, blanco y negro. Estos se representan en diferentes posiciones y movimientos acentuados por los objetos que portan: espejos, abanicos, frutas, instrumentos musicales y pequeños animales. “Estas figuras se construían en moldes de varios tipos y luego se unían las diversas partes a las que se le añadían los detalles bien modelados a mano o hechos con ayuda del torno” (11). La sutil belleza y variedad de estas figuras se puede apreciar en lo bien conservados ejemplares de la colección del Museo Nacional de Bellas Artes.
3.2.2. B “Relieves Tarantinos”: Muestran influencias del inicio de la movilidad de las formas helenísticas aunque estaban inspirados en el clasicismo tardío ateniense. La falta de mármol no limitó las creaciones de los artistas tarantinos quienes supieron expresar en la piedra de Apulia su fino gusto por la decoración figurativa y su excelente técnica escultórica.
3.2.2. C “Bronces helenísticos”: Conformados por figuras de bronce de pequeño formato de dioses, atletas, guerreros y animales que se creaban con el objetivo de ofrendárselas a los dioses o para agradecer un favor de la deidad en caso de guerra, enfermedad o negocios. La técnica que se usó fue la del vaciado en “cera perdida”; que consistió en “preparar un molde de cera, revestirlo de arcilla y quemarlo en el horno, cuando se endureciera la arcilla y se derretía la cera quedaba un espacio libre del molde que inmediatamente era rellenado con bronce fundido, al enfriarse era separado fácilmente del molde y retocado” (12).
3.3. La conservación y restauración en el Museo Nacional de Bellas Artes.
La conservación y restauración de obras de arte es “...el conjunto de procesos dedicados a la preservación de los bienes culturales para el futuro, devolviendo la eficiencia y originalidad a un producto de la actividad humana o natural” (13). La acción de preservación lleva implícita otras aristas profesionales como la documentación, la investigación y el tratamiento de la obra; por lo que el mundo contemporáneo demanda, cada día más, que el profesional de este perfil tenga una amplia preparación en disímiles campos: Historia General, Historia del Arte, Química, Física y Biología; pero no siempre fue así.
3.3.1. Breve historia de la conservación y restauración.
Las actividades de restauración, como profesión reconocida, se remontan al siglo XIX aunque en el siglo I d.n.e. se recogen en la enciclopedia “Historia Natural” [escrita por Plinio el Viejo (23-79 d.n.e) conformada por 37 volúmenes en los que se habla de astronomía, geografía, etnología, antropología, anatomía, medicina, zoología, botánica, mineralogía, horticultura y bellas artes] las técnicas llevadas a cabo por los romanos para desprender las pinturas murales de los templos griegos.
Durante el Medioevo (del siglo V al XIV d.n.e.) y el Renacimiento (siglos XV y XVI d.n.e.) los restauradores eran artesanos con limitados conocimientos y recursos, llegando a ser marginados muchos de ellos dentro de los círculos artísticos.
Ya en el siglo XIX es que comienzan a surgir profesionales dedicados exclusivamente a la labor de la restauración y conservación de las obras de arte con el objetivo de conservar y reconstruir objetos del pasado. Científicos como Michael Faraday (1791-1867) (14) y Louis Pasteur (1822-1895) (15) estudiaron los efectos nocivos del medio ambiente en la obras de arte. Durante las décadas del 70’y el 80’ del siglo XIX se fundaron en Europa diferentes sociedades con el primordial objetivo de conservar el patrimonio cultural. En 1898 el alemán Friedrich Rathgen (primer químico en ser empleado por un museo, el Museo Real de Berlín) publicó un "Manual de Conservación" desarrollando un enfoque científico para el cuidado de los objetos de las colecciones.
En el siglo XX lo que se busca es darle un fundamento a las prácticas de rescate de los objetos del pasado destacándose dos corrientes: la argumentada por la “Teoría de la restauración” de Cesáreo Brandi quien plantea que “...la restauración gira alrededor del momento de reconocimiento de la obra de arte, como instante de acceso a una realidad superior, de la que el objeto es una epifanía...”; (16) y la defendida por la National Gallery (Galería Nacional) de Londres. Esto también trajo como consecuencia que en algunos países las funciones del conservador y el restaurador se delimitaran a un campo en específico; el restaurador era el “...técnico que intervenían las obras atendiendo a los criterios de historiadores, científicos y críticos de arte...” (17) y el conservador fue el encargado de manejar una colección.
Para el beneplácito de los profesionales del ramo, las concepciones éticas y laborales de los conservadores y restauradores dieron un vuelco de 180 grados después de confeccionada la Carta de Venecia (1964) marcando pautas para un nuevo comienzo en la salvaguarda del patrimonio mundial; materializados en:
Artículo 8º - Los elementos de escultura, pintura o decoración que son parte integrante de un monumento solo pueden ser separados cuando esta medida sea la única viable para asegurar su conservación.
Artículo 9º - La restauración…tiene como fin conservar y revelar los valores estéticos e históricos del monumento y se fundamenta en el respeto a la esencia antigua.
Artículo 12º - Los elementos destinados a reemplazar las partes inexistentes deben integrarse armoniosamente en el conjunto, distinguiéndose claramente de las originales, a fin de que la restauración no falsifique... (18)
En Cuba, a raíz de la firma de la Carta de Venecia, se emitieron leyes y decretos para la correcta protección, conservación y restauración de los bienes patrimoniales.
Ley No.1 Ley de Protección al Patrimonio Cultural (1977):
Capítulo III De la protección de los bienes culturales. (19)
Ley No.2 Ley de los Monumentos Nacionales y Locales (1977):
Capítulo VI Restauración de las obras de artes plásticas en los monumentos. (20)
Reglamento para la ejecución de la Ley de los Monumentos Nacionales y Locales (1979):
Capítulo XI De la ornamentación y conservación de exteriores, pinturas de fachadas y otros elementos.
Capítulo XIV De la restauración y conservación de obras de artes plásticas en los monumentos nacionales y locales.
Reglamento para la ejecución de la Ley de Protección al Patrimonio Cultural (1983):
Capítulo I Del patrimonio cultural.
Capítulo VII De la protección de los bienes culturales.
En 1980 se funda en Cuba el Centro Nacional de Conservación, Restauración y Museología (CENCREM) con el objetivo de rectorar y formar “...a los profesionales del patrimonio tangible e intangible...”, (21) así como asumir la tarea de restaurar las colecciones de los museos, bienes patrimoniales, pinturas y esculturas. Posteriormente se crea la Escuela Taller “Gaspar Melchor de Jovellanos” en 1992, como parte del convenio de colaboración entre la Agencia Española de Cooperación Internacional y la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. La misión de esta escuela es “...crear especialistas para rescatar los oficios de la restauración inmueble...” (22)
Como colofón de los conocimientos acumulados durante décadas y por la necesidad de la formación de profesionales graduados de nivel superior especializados en el campo de la restauración, conservación y preservación del patrimonio surgen en el año 2002 la Licenciatura en Conservación y Restauración en el Instituto Superior de Arte, muy estrechamente ligada al CENCREM, y en el año 2007 la Licenciatura en Preservación y Gestión del Patrimonio Histórico-Cultural en el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana , adscrito a la Universidad de La Habana.
3.3.2. Estado de preservación de las esculturas helenísticas del Museo Nacional de Bellas Artes.
En la colección de arte helenístico del Museo Nacional de Bellas Artes se hace evidentes toda un gama de formas de restaurar que fueron sucediéndose una a otras: desde los pastiches de posguerra en Europa donde el “coleccionismo de oportunidad” llenó las calles, a las restauraciones de los años 80 con su característico empeño por completar los faltantes sin previa consulta histórica e iconográfica (como ejemplo léase 3.2.1.A “Cabeza de Alejandro Magno”, página 14).
A la estatuaria helenística no se le ha tenido que practicar ninguna intervención de restauración desde que fueran donadas por el Conde de Lagunillas; solamente se les ha realizado periódicas limpiezas para conservarlas en su máximo esplendor. La limpieza se realiza con agua desionizada (sin iones, para no contribuir a su oxidación), detergente líquido con Ph Neutro (para que no decolore) y un cepillo plástico; sobre todo con sumo cuidado dependiendo de la dureza del material para delimitar la fuerza que se puede ejercer sobre la escultura: si es piedra caliza es más suave y si es mármol o bronce menos suave.
No obstante, para su correcta preservación, las esculturas de gran formato (léase 3.2.1. Esculturas helenísticas de gran formato) debido a su naturaleza tridimensional se exponen libremente sobre sus bases, en un espacio que permita al visitante observar tanto las características de las piezas como la evolución de las formas sin tener que recurrir al contacto directo con las obras. En el caso de las obras de pequeño formato (léase 3.2.2. Esculturas helenísticas de pequeño formato) se propone al público un emplazamiento de vitrinas para mantenerlas en un medio ambiente protegido.
Conclusiones.
Con la realización de esta investigación nos propusimos ampliar y profundizar nuestros conocimientos sobre el surgimiento, desarrollo y trascendencia del periodo helenístico mediante la labor escultórica.
Nos enfocamos en el Museo Nacional de Bellas Artes, donde hicimos referencias a las obras que este lugar atesora, su llegada a Cuba y las piezas esculturales más importantes de este periodo, así como su estado de conservación.
En nuestros días los restauradores del Museo abogan por la mínima intervención y el estudio minucioso del soporte y la cultura a la que se enfrentan. La interdisciplinariedad que ahora marca a un profesional de la restauración lo obliga a interpretar diferentes campos de la ciencia, que le permita arribar a resultados multidisciplinarios sobre las obras de arte.
Si miramos al futuro sabremos que pronto, teniendo en cuenta el desarrollo técnico actual, se harán nuevos ajustes dentro de la conservación y restauración validando nuevos criterios.
Notas.
(1) Artículo “La Grecia Antigua ”, Joseph M. Walter; pág.75, 1er. Párrafo. "Historia Antigua 2 ". Selección de Lecturas. Lillián J. Moreira de Lima. Cuba, 2002.
(2) Artículo “Período Helenístico”, 2do. Párrafo. Microsoft Encarta Premium 2009.
(3) Artículo “Período Helenístico”, 17mo. Párrafo, Wikipedia.org.
(4) Obra citada, 62do. Párrafo.
(5) “El arte antiguo”, B. Rivkin, pág. 66, 2do. Párrafo, Colección Breve Historia del Arte, Editorial Arte y Literatura, 1981.
(6) Obra citada, pág. 108, 2do. Párrafo.
(7) Artículo “Historia del Arte en Grecia", D.M.V., 19no. Párrafo. Historia del Arte.us.
(8) “El arte antiguo", B. Rivkin, pág. 188, 1er. Párrafo, Colección Breve Historia del Arte, Editorial Arte y Literatura, 1981.
(9) "Arte de la Antigüedad. Salas del Museo Nacional de Bellas Artes", pág. 82, 2do. Párrafo. Colectivo de Autores, Catálogo del Museo Nacional de Bellas Artes. Diputación de Córdoba, España, 2006.
(10) Obra citada, pág. 80, 2do. Párrafo.
(11) Obra citada, pág. 85, 1er. Párrafo.
(12) Obra citada, pág.85, 2do. Párrafo
(13) Artículo “Conservación y restauración”, 1er. Párrafo, Wikipedia.org
(14) Michael Faraday: “físico y químico británico, conocido principalmente por sus descubrimientos de la inducción electromagnética y de las leyes de la electrólisis”. 1er. Párrafo. Microsoft Encarta 2009 Biblioteca Premium
(15) Louis Pasteur: “químico y biólogo francés que fundó la ciencia de la microbiología, demostró la teoría de los gérmenes como causantes de enfermedades (patógenos), inventó el proceso que lleva su nombre y desarrolló vacunas contra varias enfermedades”. 1er. Párrafo. Microsoft Encarta 2009 Biblioteca Premium
(16) Artículo “Conservación y Restauración”. 6to. Párrafo. “Teoría de la restauración”. Wikipedia.org.
(17) Artículo “Conservación y Restauración”. 10mo. Párrafo. “Conservador vs. Restaurador”. Wikipedia.org.
(18) Carta de Venecia. 1964.
(19) Gaceta Oficial de la República de Cuba. Edición Ordinaria, La Habana , 6 de agosto de 1977, Año LXXV, No. 29.
( 20) Obra citada.
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